martes, 16 de noviembre de 2010

Canossa

En Berria, la única gaceta en lengua vascongada, ayer salió una interesante columna de opinión de la escritora de Tierra de Vascos (así se llamaba antes a Iparralde) Itxaro Borda, intitulada Canossa.

Trasladada a lengua castellana, dice así, poco más o menos:

En las páginas de los periódicos ciobernéticos europeos sacan lo que dijo Otegi en su proceso madrileño: rechazamos el uso de la violencia a la hora de poner en marcha un proyecto político. El abogado sudafricano Brian Currin anda desgañitándose aquí y allá por Euskal Herria -¿o sólo por Euskadi?- para que empiecen las conversaciones de paz, pero el gobierno español sigue haciéndosele el sordo. Diálogo hay, pero de sordos.
Ya hace años que los partidos políticos de Castilla excomulgaron a Batasuna, a fin de hacerse con el poder afianzados en el epicentro del desastre que ha dejado su desaparición. Hoy hoy por hoy, Zapatero no tiene de qué arrepentirse: exige un abandono definitivo e incondicinal de las armas a la organización clandestina que ya ha sacado cerca de media docena de comunicados a fin de perfilar su famosa tregua. A mi toda esta historia me lleva casi hasta el primero milenio.
En 1070, durante la Querella de las Investiduras, el papa Gregorio VII excomulgó al emperador germánico, al vigoroso Enrique IV. La consecuencia fue que el emperador, atravesando los Alpes nevados, hubo de ir hasta el castillo de Canossa a perdir perdón al pontífice romano. De rodillas. Nunca nadie había humillado a un rey a tal punto.
Bien pudiera ser que tuviéramos nosotros también nuestra Canossa, pero, ¿dónde?

Mi torpe traslación apenas da un pálido reflejo del estilo denso pero afilado de Itxaro Borda. Por otra parte, con "diálogo de sordos" he intentado reproducir el juego de palabras intraducible del original: en vez de elkarrizketa ("diálogo, conversación", de elkar, pronombre recíproco, e hizketa "discurso hablado", es decir, el "discurso que las personas hacen unas con otras") escribe elkorrizketa, donde el primer término del compuesto es elkor, "árido, seco, estéril".
Por otra parte, aquí pueden hallar sus mercedes información más extensa sobre el famoso episodio. "¡No iremos a Canossa!" gritaban los liberales del XIX para proclamar la independencia del poder civil y laico...

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