miércoles, 17 de noviembre de 2010

Ignoro si la partida del Cura Santa Cruz anda tan desesperada y escasa de hombres, mosquetes y pólvora como dicen, o si es que de verdad se lo han pensado mejor, lo de andar pegando escopetazos por el monte. Si lo primero fuese cierto, crudo lo tenemos, porque las huestes alfonsinas parecen empeñadas en un nueva victoria por KO del contrario, algo que sería funesto. De la derrota de 1876 surgió el primer indepentismo vasco coherente, y de la de 1937 un movimiento aún más coherente, pero en ambas fue mucho, demasiado, lo que se perdió. De la de 2010, 2011, 2012... no creo que saliese ya cosa buena.

Leo hoy en varios medios digitales que la abogada Arantza Zulueta, detenida en abril en una operación contra abogados varios, se ha puesto en huelga de hambre para denunciar las brutales condiciones de aislamiento a que se ve sometida en presidio, donde está en prisión provisional. A Otegi tampoco le hacen cómoda la vida, y lo trasladan de prisión...
Entretanto, en la tele nos cuentan que Obama le ha dado a un soldado no sé qué medalla que sólo dan a los carniceros más cualificados -desde la matachina de Vietnam no la daban-. El mocetón, con cara de haber sido cebado a base de gano de maíz y mantequilla de cacahuetes, se cepilló a un montón de fieros "talibanes" en una operación de rescate en la que encima murieron los rescatados. Mientras nos venden semejante historia, cientos de personas que moralmente no han hecho nada peor -aunque luchaban por su país, no en una guerra colonial- se pudren en las cárceles.
Y como no se doblegan por mucho tratamiento fies que les den, es que algo de razón tendrán.

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